Opinión
Al prodigioso crecimiento anterior al golpe de 1875 le sigue un período mucho más largo en que nos fuimos alejando consistentemente de los países más ricos por seguir el rumbo errado.
Es entre dos bloques, el FA y los partidos tradicionales, donde se concentran las mayores diferencias filosóficas y políticas.
El ideal (en los tiempos que corren) estaría en el apoyo a esos pueblitos, que ni siquiera figuran en los mapas.
Ese celo intransigente por defender al partido en contra de la Coalición apelará a un núcleo duro de militantes, pero no al colorado común.
En nuestro país subsiste una brecha cultural entre academia y mundo productivo.


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